Redefiniendo la obesidad: enfoque en la salud más allá del peso

Redefiniendo la obesidad: enfoque en la salud más allá del peso

  • Salud
  • May 14, 2025
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Durante décadas, la obesidad ha sido tratada como un simple exceso de peso, medido principalmente por el Índice de Masa Corporal (IMC). Sin embargo, esta visión reduccionista está siendo cuestionada por nuevas investigaciones que buscan comprender la salud desde una perspectiva más integral, inclusiva y ética. En este contexto, la prestigiosa revista científica The Lancet ha publicado una guía que propone una redefinición de la obesidad, orientada hacia un enfoque menos centrado en el peso corporal y más enfocado en la salud metabólica, emocional y social de los individuos.

La definición tradicional de obesidad y sus limitaciones

¿Qué dice la OMS?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la obesidad como una “acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”. Si bien esta definición alude al riesgo potencial de desarrollar enfermedades, no aborda los síntomas concretos ni los daños inherentes a esta condición. Como resultado, la obesidad es muchas veces entendida más como un factor de riesgo que como una enfermedad en sí misma.

El papel del Índice de Masa Corporal (IMC)

Desde hace décadas, el IMC ha sido la principal herramienta utilizada para clasificar a las personas como bajo peso, peso normal, sobrepeso u obesidad. Esta medida, que surge de una fórmula matemática —peso en kilogramos dividido por la altura al cuadrado—, ha sido cuestionada por ser anticuada y poco representativa. Fue desarrollada en el siglo XIX por un físico y luego adaptada por aseguradoras estadounidenses, con base en una población de hombres blancos europeos.

Falta de representatividad y sesgos estructurales

Críticas científicas al enfoque centrado en el peso

La falacia del “peso ideal”

La creencia en la existencia de un “peso ideal” ha alimentado una industria multimillonaria que incluye productos para bajar de peso, fármacos, intervenciones quirúrgicas y regímenes alimentarios restrictivos. Sin embargo, no existe una correlación directa y universal entre peso corporal y salud. La diversidad corporal es natural, y muchas personas con cuerpos grandes son perfectamente sanas.

Efectos adversos del estigma de peso

El estigma asociado con la obesidad genera efectos emocionales y físicos graves: ansiedad, depresión, trastornos de la conducta alimentaria, evitación de consultas médicas y disminución de la autoestima. Este estigma también se traduce en discriminación laboral, escolar y médica, lo cual agrava los problemas de salud existentes.

Ciclos de peso y daño metabólico

El fenómeno del “efecto rebote” —cambios cíclicos de peso debido a dietas restrictivas— ha demostrado ser más dañino para el metabolismo que mantener un peso estable aunque sea alto. Los ciclos de pérdida y ganancia de peso se asocian con un aumento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y mortalidad prematura.

La propuesta de The Lancet: hacia una redefinición de la obesidad

Nuevas categorías: obesidad preclínica y obesidad clínica

La guía publicada por The Lancet introduce dos nuevas categorías conceptuales:

  • Obesidad preclínica: acumulación de grasa sin afectación funcional ni síntomas evidentes.
  • Obesidad clínica: presencia de alteraciones orgánicas o fisiológicas atribuibles al exceso de tejido adiposo.

Un intento de enfoque inclusivo

Esta clasificación intenta diferenciar entre el simple hecho de tener un cuerpo grande y la presencia de enfermedades asociadas al exceso de grasa. En teoría, esta distinción debería disminuir la estigmatización de los cuerpos no normativos, pero en la práctica aún perpetúa la idea de que el cuerpo grande es un problema en potencia.

Conflictos de interés y medicalización

Uno de los puntos más controvertidos del informe es la relación entre sus autores y empresas farmacéuticas como Novo Nordisk y Eli Lilly, que promueven tratamientos con medicamentos como semaglutida. Estos fármacos, aunque efectivos a corto plazo para la pérdida de peso, implican riesgos y efectos secundarios aún no completamente comprendidos a largo plazo.

El enfoque “Salud en Todos los Tamaños” (HAES)

¿Qué es HAES?

Health at Every Size (HAES) es un enfoque alternativo que propone desvincular el concepto de salud del peso corporal. Se basa en cinco principios fundamentales:

  1. Aceptación de la diversidad corporal.
  2. Enfoque en comportamientos saludables, no en números.
  3. Respeto por el bienestar emocional.
  4. Alimentación intuitiva y placentera.
  5. Actividad física inclusiva y adaptada.

Ventajas de HAES en la práctica clínica

El modelo HAES ha demostrado ser más eficaz en promover cambios duraderos en los hábitos de vida, reducir la presión arterial, mejorar el perfil lipídico y reducir el estrés. A diferencia de los programas de pérdida de peso, no genera efectos adversos psicológicos ni induce trastornos alimentarios.

Hacia una salud pública más justa y equitativa

Acceso universal a la alimentación saludable

Uno de los principales determinantes sociales de la salud es el acceso a alimentos nutritivos. Sin políticas que garanticen precios accesibles y distribución equitativa, las poblaciones más vulnerables seguirán enfrentando dificultades para alimentarse adecuadamente. El costo de una dieta saludable muchas veces es prohibitivo para las familias de bajos recursos.

Educación nutricional desde la infancia

La educación alimentaria debería estar integrada en el sistema educativo desde los primeros años. Enseñar a los niños a reconocer señales de hambre y saciedad, a identificar alimentos nutritivos y a relacionarse positivamente con la comida es una estrategia preventiva de gran impacto.

Trastornos alimentarios: el otro lado del espectro

Mientras el discurso médico y mediático se obsesiona con la obesidad, los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) siguen aumentando. La edad de aparición es cada vez más temprana, y muchas veces estos trastornos pasan desapercibidos por centrarse exclusivamente en el IMC. La detección precoz y el abordaje multidisciplinario son esenciales.

El papel crucial de los profesionales de la salud

Formación continua en diversidad corporal

Médicos, nutricionistas, psicólogos y demás profesionales de la salud deben recibir capacitación actualizada sobre diversidad corporal, sesgos inconscientes y prácticas clínicas respetuosas. El sobrepeso no debe asumirse automáticamente como sinónimo de enfermedad, ni el peso normal como garantía de salud.

Diagnóstico clínico más allá del peso

El diagnóstico médico debe basarse en análisis clínicos, antecedentes personales, exámenes físicos y pruebas complementarias, no exclusivamente en una cifra de IMC. De lo contrario, se corre el riesgo de sobre-diagnosticar enfermedades en personas con cuerpos grandes y subdiagnosticarlas en personas delgadas.

El modelo centrado en el peso está siendo cada vez más cuestionado por la comunidad científica y por movimientos sociales que promueven la inclusión, la justicia y el respeto por la diversidad corporal. Redefinir la obesidad implica más que cambiar una definición: requiere un cambio de paradigma en la forma en que entendemos la salud, la alimentación, el cuerpo y la medicina.

La guía de The Lancet, aunque bien intencionada, aún se encuentra atrapada en una visión patologizante y medicalizada del cuerpo grande. Para avanzar realmente hacia un sistema de salud más ético y eficaz, es fundamental adoptar enfoques como HAES, invertir en políticas públicas que promuevan la equidad alimentaria y formar profesionales comprometidos con el bienestar integral de las personas, sin prejuicios ni discriminación.